El espárrago de Navarra, como el
resto de productos de denominación, está controlado. Todos los procesos de
cultivo, recepción, elaboración, envasado y certificación del producto final
son supervisados por el Consejo Regulador que es el organismo de certificación
encargado de garantizar que el producto acogido cumple los requisitos exigidos
por su Reglamento, y que tiene implantado un sistema de calidad conforme a la
norma Europea UNE-EN 45011.
Se hacen tres tipos de
inspecciones: de campo (para
garantizar el origen del producto); de
industrias (para asegurar que el
sistema de elaboración de la conserva se corresponde con las especificaciones
descritas en el reglamento); y de
comercialización (para garantizar que la manipulación del producto se hace
correctamente).
Para el control de calidad del
producto terminado se hacen dos tipos de análisis: el fÃsico-quÃmico (que controla que la conserva cumple con las
normas de calidad de las conservas vegetales y que responde a las
caracterÃsticas propias del Espárrago de Navarra); y el sensorial
(analizándose parámetros sobre el
conjunto del envase y del propio producto, calificando color, textura y sabor).
El Espárrago de Navarra es un
producto muy saludable, escaso en calorÃas y rico en vitaminas, especialmente
en vitamina E, que es uno de los antioxidantes naturales que podemos encontrar
en los alimentos, y que juega un papel fundamental en el desarrollo y
mantenimiento del sistema nervioso. Además el espárrago tiene un efecto
diurético ayudando en casos de retención de lÃquidos o hipertensión asociada al sobrepeso. Su aporte en fibra es
muy importante.
El espárrago de Navarra se envasa
en lata o en tarro de cristal y dentro de estos, en diferentes capacidades. A
la hora de comprar debemos fijarnos en el tipo de envase y en el tamaño, además
de la calidad, la longitud y el grosor. Dependiendo de lo que elijamos, el
precio será diferente.
Este es un ejemplo de los diferentes calibres o grosores de los espárragos. |
El etiquetado de los productos
alimentarios debe facilitar al consumidor una serie de datos que faciliten el conocimiento de lo que va a
comprar y asà saber si se adecua a sus preferencias. La etiqueta debe ser
clara, comprensible, de presencia obligatoria y debe decir la verdad sin
inducir a error o equivocación. Aspectos como la calidad (extra, primera o segunda),pesos
netos y escurridos, los ingredientes, el número de frutos, calibre y fecha de
consumo preferente no pueden faltar. La etiqueta del espárrago debe incluir una
serie de puntos especÃficos como la identificación de la empresa, el origen o
procedencia del producto, y sobre todo el logotipo de la I.G.P. y la
contraetiqueta numerada que proporciona el consejo regulador que certifican si
es producto amparado o no.
Muy interesante. Bien explicado.
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